lunes, 9 de noviembre de 2009
PSIQUIÁTRICAS (INÉDITO, 2009)
1.
Me hago acordar a un tipo que no soporto, a uno
que conocí en Estambul durante la transmisión de un despegue
espacial, y a uno
que podía interferir las frecuencias de los murciélagos, especialmente
cuando estaba dormido
y se ahogaba. Hasta ahora
nadie habia pensado en relacionarlos; los tres
se me parecen, dependiendo del día
y la medicación. A veces alguien dice -por
ejemplo- "eh... me dejás tu chaqueta?", o "eh... me gusta
tu chaqueta; me la dejás?" y no estoy seguro
si es uno de ellos tres, o soy yo; o es
otra persona, que nos habla desde un sitio cercano,
pero que no se ve.
2.
A veces me hago acordar a un tipo que ahora no se ve:
uno que más bien iba en el asiento trasero
de un coche, junto con otros dos, que no se pueden ver, y que van
adelante. De pronto
el coche gira, y se pierde de vista. Dice el conductor: "no antes
de que hayamos desmantelado completamente el campamento."
Y dice el acompañante: "todo eso sería mucho más fácil
si pudieramos avanzar paralelos al límite del tiempo", quiero
decir, "al límite del distrito". El de atrás
sigue sin decir nada; se queda mirando las tres chaquetas.
3.
Después de atravesar el límite del distrito, la idea de desmantelar
el campamento comienza a angustiarlo. Dice: "Ustedes me conocen?". Sí.
Dice: "De dónde me conocen?". De aquí, del asiento trasero. Dice:
"Pero si no se puede ver; cómo es que me conocen?". Desde el otro
distrito, cuando se podía ver. Dice: "Claro que
me conocen." Y después me mira, y me pide que le deje mi chaqueta.
4.
Y digo yo: ¿para qué querés mi chaqueta
si no se puede ver? Digo yo: ¿No pensás que ya nos parecemos
bastante
como para que encima me pidas mi chaqueta? Digo yo: ¿No me estarás confundiendo
con alguna otra persona que no se puede ver? No sé, digo yo.
5.
Lo que se puede ver:
una mujer filipina
pasa en camisón, despacio,
frente al ventanal -como si sucediera
en segundo plano
y la acción principal permaneciera ausente.
6.
Una mujer filipina
vistiendo un camisón blanco
se parece al viejo de gafas negras,
sentado en el sofá
en que ninguno de ellos me conoce; y puedo estar mirándolos
un rato largo
sin que me hagan acordar a mí.
7.
Entre las cosas que más me angustiaban al
llegar, estaba Homer Simpson; y después O.J.
Simpson, y luego la relación
que podía haber entre ellos. Esa relación
podría haber sido una preocupación mayor, porque incluía
las dos cosas que más me inquietaban; sin embargo
una lógica, un vínculo entre dos elementos
es algo siempre menos perturbador
que lo que se establece entre un elemento
y él mismo. De la lista que me pidieron que componga,
el ítem 41 era el miedo de enfermarme
y tener que recurrir a la hipocresía para ser ayudado; el 39
el programa conmemorativo del aniversario de la Unión
Soviética; el 7, el vértigo de destrucción
frente a todo
lo que fuera más débil que yo mismo; el 4
el temor a ser confundido con otro
y nunca darme cuenta.
8.
En los televisores del Kimçla
la maniobra del acople espacial parece repetirse infinitamente
cada vez con más detenimiento
y con más precisión. La mayoría de los que están allí
aplauden, y cantan
hasta confundirse en un abrazo. Parece
como si hubieran desmantelado el campamento
con éxito, absolutamente en primer plano.
Uno de ellos
me pide que intente levantarme, permanecer de pie. A mi lado
alguien que se parece mucho
a mí, me dice:
"cada vez que te despertabas, me preguntabas cómo
me había enterado"; y después no se ve.
9.
De pronto una interferencia
en la frecuencia de transmisión de los murciélagos
me hace pensar especialmente que duermo
y que me estoy ahogando.
10.
En segundo plano, muy lentamente
la mujer filipina
ha llegado hasta la sala de fumadores.
11.
Sentado en el asiento trasero de un coche
el camarada Kimçla
discute los lineamientos del programa conmemorativo
del aniversario de la Unión
Soviética: “Y digo yo: ¿alguno de ustedes
tiene un cigarrillo? ¿Alguno
me podría dejar la chaqueta?” El coche gira,
y se pierde de vista. "Antes de más nada,
debemos dejar en claro nuestra posición
respecto a la ampliación de los perímetros." El coche
sigue sin verse; pero de todos modos
se plantean interrogantes; y éstos
dan lugar a soluciones posibles.
12.
Durante todo el interrogatorio a O. J.
Simpson
el conductor
nos recordó que no estaban permitidos los encendedores:
podríamos permanecer
fuera del perímetro del campamento, siempre que no
se viera. “Si consiguen suceder en segundo plano, sin
parecerse a nadie, y dan lugar a soluciones posibles.”
13.
Cuando el coche -completamente fuera
de los límites del distrito- se detiene
una multitud aplaude, y canta
se confunde en un abrazo; se arroja
sobre él
hasta que no se ve más nada
en primer plano
una mancha negra
se parece a mí; a despertarme ahogado.-
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