jueves, 5 de agosto de 2010
EL CACTUS (MANUEL BANDEIRA)
Aquel cactus recordaba los gestos desesperados de las estatuas:
Lacoonte atacado por las serpientes,
Ugolino y los hijos hambrientos.
Evocaba también el nordeste seco, cañaverales, caatingas...
Era enorme, incluso para esta tierra de fertilidad excepcional.
Un día un tifón furibundo lo arranco de raíz.
El cactus cayó atravesado en la calle,
Rompió los aleros de las casas vecinas,
Bloqueó el tránsito de tranvías, automóviles, carretas.
Cortó los cables eléctricos y durante veinticuatro horas dejó a la ciudad sin iluminación ni energía.
-Era hermoso, áspero, intratable.-
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