martes, 21 de junio de 2011

UNA TABERNA EN LA PERIFERIA DE DAEGU (SO CHONGJU)

Pasado mi cumpleaños número sesenta
llegué un día durante un viaje sin rumbo
a una taberna en la periferia de Daegu.
Sentada al lado mío, una prostituta joven 
muy parecida a una amiga de la escuela primaria
- la mejor época de mi vida - 
refrescó mis recuerdos.
Entre ellos, el más entrañable
de aquel tiempo sin juguetes ni comida
era jugar a hacernos cosquillas entre chicos y chicas.
De repente un deseo extraño de divertirme
con ese juego se apoderó de mí.
Le dije a aquella joven: "¿Tenés algo que hacer?"
y durante un buen rato nos hicimos cosquillas
en los pies y en las ijadas, riéndonos como locos.
No me había divertido tanto como entonces
durante décadas.
Le di cinco mil wones que me había ganado
en la Muestra de Pintura y Poesía en homenaje a mis sesenta años
y combinamos una nueva cita.
Pero cuando volví a aquella taberna
la chica ya se había ido a no sé dónde
subiendo y bajando, de un puerto a otro.
No podía repetir lo mismo con otra chica
sin dejar de ser un poeta decente, así que
lo único que me quedó fue extrañarla; y pensando
que aquel placer debía ser el último
me resultó imposible ocultar mi tristeza.




















[Sobre una traducción de Kim Hyun Chang]

No hay comentarios:

Publicar un comentario