Mi padre esperaba en el cuarto del hotel.
Yo me demoraba en una disquería de la esquina.
Era verano en nuestras vacaciones de hombres solos.
Cuando subí a la habitación, el viejo me dijo:
“Acaban de robarme, nos quedamos sin nada”.
Supe que no era verdad, porque mi padre
está muerto, y lo veía joven y flaco,
demasiado parecido a mí.
Así nos despedimos. En un sueño,
en un cuarto de hotel desconocido.
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este me tumbò
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