miércoles, 5 de agosto de 2009

ENERGÍA EN SUECIA (KENNETH KOCH)


En esos días
Había tanta energía a mi alrededor y dentro de mí
Podía quitármela y volver a ponérmela, como ropas
Que uno se compra sólo para un viaje a esquiar
Pero que acaba usando todos los días
Porque todos los días son como un viaje a esquiar -
Me parece que así era yo a los veintitrés.

Ver a esas seis chicas en el barco era un viaje a esquiar.
Dijeron Las seis somos de Minneapolis. Estábamos en Estocolmo.
La combinación del estilo americano y sueco-americano de las chicas era un viaje a esquiar
Aunque por aquella época yo no tuviese ningún motivo en especial para usar toda mi energía en eso
Ahí estaba, era mía, igual que un gigante posee la hegemonía de sus nervios
En caso de ser necesario, o como un pescador con todas sus cañas y anzuelos y carnadas o un académico con todos sus libros
O como un calentador de agua dispone de su gas
Para que sea usado o no, yo tenía toda esa energía.
De verdad? Las seis son de Minneapolis? dije, casi explotando por la presión.
Y sí respondió una de ellas, la segunda más linda, vinimos a pasar algunos días.

He pensado en ese momento cada tanto
Durante ocho o diez años. Me parecía que debería haber hecho algo
Haber usado toda esa energía. Hacer el amor es un modo de usarla, escribir es otro.
Los dos pueden estar sobrevalorados, porque la relación es bastante clara.
Pero probablemente es el destino humano, y no voy a ir contra eso acá.
A veces están las personas y falta la energía, a veces está la energía y las personas no.
Cuando los dioses conceden ambas cosas, un hombre no debería quejarse.


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