ELAINE DECIDE QUE LA VIDA ES UN LUGAR SOMBRÍO (NATHALY COOGAN)

En 1936, Regent
Street, camino a la tienda de sombreros
en donde trabajaba, Elaine había decidido que la vida
era asombrosamente parecida
a una sala de partos: acababa de volver de London-
by-the-sea, y los cerezos en flor
del Battersea Park la embriagaban
con la promesa de que lo mejor estaba por llegar. Cuatro meses
después, se dijo que si era así, esa sala de partos
había sido evacuada por temor al contagio
de alguna enfermedad desconocida, al menos
para ella; y que los niños -enigmáticamente-
seguirían llegando, sin que nadie ahora
quisiera reclamarlos. En el fondo
estaba muy cansada, por lo que toda esa operación
sustitutiva de una sala por otra pronto
se le olvidó. "La vida
es un lugar sombrío", pasó a decir entonces
cuando le preguntaban cómo andaba.-