el aire de lugar con un aplauso.
Soy entre ellos un embrión
de gusano estético, un niño a punto
de levantar un objeto demasiado grande
o de entrar en sus vidas como un aerolito
y cantarles
sus hazañas
dentro. Vuestro podio es confortable
pero no necesito saber con precisión
dónde termina el poema
y empieza la manzana
sino volver a casa y encontrar un mensaje
en la cocina: Llegué ayer de tu Sur, ¿en qué andas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario