viernes, 8 de julio de 2011

EL POETA SE VA AL MONASTERIO (RICARDO DOMENECK)

A -

cómo dormirse en un largometraje
de Pasolini y despertar
en un corto de Kieslowski;
y tienen sentido, pregunto yo,
abstinencia, parsimonia,
polisílabas? si mi cuerpo
siempre fue teatro
de lo precario? Éxtasis
ascético,
pero las extremidades
se empiezan a cansar,
ojalá 
ahora un diluvio
en la punta de mis pies;
la pérdida se acopla
pero el oxímoron no
me calma, nadie
que salde
mi gravamen,
caminando por las calles
como una papisa,
una diva, una Kate
Bush ofendida,
tarareando
"de lejos sí flauta de guante"
para que no
se entienda que
entre dientes
cerrados invoco
(la primera ola
sobre mi propia
cabeza) el
déluge sintflut diluvio





B -

dejo caer leche en el
suelo a propósito,
hiero,
agujereo los dedos
con el tenedor,
tengo tantas ganas 
de agradar e intuyo
que Dios aprecia 
desperdicios; así
dislocado
como un pez
en el agua, miro
continuamente al 
techo en busca
de las cámaras que
hagan oficial
mi protagonismo
en esta historia,
a la mañana
el primer susurro
es HOMBRE
AL AGUA HOMBRE
AL AGUA y hoy finalmente
entiendo a mi 
madre gritándome después
de las palizas "no 
me vengas
con esa
cara de María
Magdalena
arrepentida";
ah el martirio
rosa de que jamás
yo pueda tener hijos 
a los que llamar
Abel
Rocamadour
Luke Skywalker









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