lunes, 3 de agosto de 2009
MONTAÑA (KENNETH KOCH)
No se mueve nada no veo a nadie
y sé que no es una trampa
de verdad no hay nada que se mueva
ni hay nadie, ninguna persona. Es el pico más elevado
donde, como de costumbre,
hay nieve, cubriendo la superficie como el pelo de una persona completamente canosa
peinada hacia el costado y hacia atrás y hacia adelante para cubrir la cima tanto
como sea posible, porque la nieve está disminuyendo, estamos en septiembre
aunque en pocos meses habrá una nueva capa
probablemente, ya que eso nadie puede SABERLO (ni nosotros, por lo tanto)
Pero todos los otros años en noviembre fue así
excepto por un año que se sepa, mil novecientos veintitrés
cuando la cima estuvo más y más descubierta hasta el quince de diciembre
cuando finalmente nevó y nevó
me gusta ver a esta montaña como a un ratón
atado a la cola de otro ratón, y a otro y otro y otro
en completo silencio montañoso
No hay camino para llegar ahí arriba, ni medios para quedarse.
Es inhabitable. No hay carreteras ni posibilidad
de construir carreteras. No tenés historia,
cima de la montaña, no? Pero eso no te convierte ni en un misterio
ni en alguien aburrido y ciertamente no sos una parada de camioneros.
Ninguna industria puede explotarte.
Ninguna inmobiliaria puede dividirte en parcelas o terrenos.
Ninguna deslumbrante perturbadora mujer puede atar tu corazón con nudos.
Yo no podría nunca llevar mi vida en uno de esos claros
que dejás descubiertos por ahí arriba. No se puede estar ahí.
Pero me emociona.
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