nunca deben exceder a los muertos
en número -como sucede ahora
con nosotros. Hemos roto la regla.
Esas palabras son demasiado duras
para decírselas a una mujer,
son palabras absurdas
para decírselas a un chico.
Y no sé qué hacer con ellas,
salvo dejarlas abandonadas
acá, en el aire
donde ninguno las encontrará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario