sábado, 29 de enero de 2011

CONVERTIR AL DESIERTO (HUGO PADELETTI)


con una rosa implícita
es arduo pero evita
suspicacias. Si el pecho

precede al hecho, el proclamar-
lo es redundancia. Es levantar 
bandera y exclamar:

-¡Bandera blanca! Hay semillas
en África que aguardan
años

para convertir al desierto.
No lo convierten, lo enloquecen
por un tiempo.


Sería fatuidad subestimar
la sed y el hambre,
el sueño, el sexo, el miedo.




[Hugo Padeletti habla brevemente sobre su formación poética: video, audio o texto escrito: acá]


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