Me gusta "Muchacha con xilófono y flores en Telegraph Av." Cada vez que lo leo parece que atravieso el misterio de increíbles recuerdos que deseamos retener, aunque sean inventados. Hay algo en "Muchacha...", explica Carlito en "Limpieza del aparato", que se parece a otro poema suyo, "El monograma turquí", pero aquí, a esa muchacha, encarnación de su poesía, únicamente no la olvidamos cuando la perdemos.MUCHACHA CON XILÓFONO Y FLORES EN TELEGRAPH AV.
Cuando ella
tan increíblemente linda
como vos decías
escribía los poemas que escribía
y entiendo que no nos tomásemos muy en serio los poemas que ella
tan increíblemente linda
escribía
sacando de adentro de un bolso ácido con pins coloridos y motivos op
los menores lápices de color que vimos en la vida
para improvisar
a cualquier hora sobre cualquier superficie
los poemas que ella escribía
nosotros decíamos que no había nada ahí
más que lo pintoresco
nada en verdad
al menos para dos tipos pasados de los treinta
que tomaban café entre desesperación y risas explosivas
yendo y viniendo de países diversamente destruidos
y equilibrando entre los dedos
las monedas contadas
y el fin del amor
y con ganas contrarias y confusas
de desplazamiento
e invisibilidad
pero reflejados en el espejo de una cafetería de Berkeley
y teniendo sí probablemente toda la razón
al decir que no había nada ahí
cuando ella escribía los poemas
siempre los mismos
que ella escribía con aquellos dedos que nos impresionaban
llenos de anillos de piedra bruta
y aquellos ojos
fumados
ojos verde-rana
no había nada ahí
a no ser tal vez un hombre
siempre el mismo
que reencontraba al fin a una muchacha
siempre la misma
y decía soy yo
y siempre un revuelo de tan increíblemente fantásticas flores repetía sí mirá es él
y finalmente una
siempre la misma
muchacha asentía sí sí sos vos mismo con todos tus collares
sólo para que luego se volvieran a perder cada uno del otro
como una especie de otro mágico revuelo
y eso sí estaba
en todos
en absolutamente todos los poemas de ella
tan increíblemente linda sí
y ya pasaron diez
o trece años
y yo simplemente nunca
los/la
conseguí olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario