(A Carlito Azevedo)
Al astronauta le extrañó el lado oscuro de la Luna:
"Era negra como alquitrán
y era la Luna"
Una cosa es saber
que se trata de to be and not to be
la cuestión; otra, estar ahí -
en la oscuridad lunar como en nevasca negra
experimentando
un miedo incomparablemente nuevo
Aquí
en la noche eléctrica clara por demás,
huéped turbulento de esta altísima
torre de hormigón sin sombra
de Aladdín,
el viento
- flautista actuante, antes tan antes
de las primeras flautas de ala de buitre y presa de mamut -
seductor precursor
de Hamelín,
artista ancestral
con hambre sonora infinita,
ya no asombra,
infunde un miedo farsesco dudoso
mientras obsesivo, astuto, mañoso
infiltra por las rendijas de las ventanas antiruídos
su orquesta furiosa de soplos discursivos
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