viernes, 10 de mayo de 2013

1980 (RAÚL ZURITA)




La tipa me sacó las fotos mientras me la cascaba
en una galería de arte y acabó mal. En fin, todo
ese pajeo del arte bajo dictadura y bla bla bla. Con
esta tipa, más la que era mi segunda mujer y dos
tipos más, teníamos un grupo de acciones de arte
bajo dictadura y bla bla bla. Hay otra fotografía.
Estamos con la que era mi mujer en una playa y es
del mismo tiempo. Estoy sentado y ella recostada
de lado con un vestido negro de mangas largas.
Unas semanas antes la tipa con la que me la casqué
me había dicho que ella estaba en el teléfono.
Sabe que estás acá, agregó. Cuando me puse
había colgado. Me levanté y salí. Retardé el
regreso pensando qué decirle y llegué después
del toque de queda. Estaba encerrada en la pieza y
no la vi hasta el día siguiente. Era una carnicería.
Se había cortado entera con una gillette y quemado
las piernas y los brazos con una plancha. Unas
lenguas blancas e hinchadas que resaltaban entre
las líneas negras de los cortes. En la playa había
viento y en la imagen se ve un trecho del mar. Las
mangas largas le tapaban las vendas de los brazos
y el vestido se le arremolinaba ocultándole las
piernas tajeadas. Después sí me la cobró y cómo.
No tuvo vuelta. En fin: pequeños tipos rotos en un
pequeño país roto. Pero en la fotografía tenía una
expresión serena, tranquila, como si fuéramos felices.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario