viernes, 31 de mayo de 2013

ACERCA DE TED HUGHES



"You might not think that these two interests, capturing animals and writing poems, have much in common. But the more I think back the more sure I am that with me the two interests have been one interest." (Ted Hughes) 


Hughes siempre será para mí la potencia del mundo animal abriéndose violentamente a la pregunta que Sammy McCoy le hizo una vez a su cucharita: "¿en qué consiste el juego de la muerte?". Si ignoramos -como de hecho ignoramos- la respuesta, continuaremos buscando en su poesía, persiguiendo los pasos de un zorro que ahora, y nuevamente ahora, y ahora y ahora, deja huellas claras en la nieve, describiendo el espectro sonoro del grito de un ratón atrapado en la trampa a punto de convertirse apenas en una pequeña mancha de sangre, recordando las mordeduras limpias y furibundas, en forma de cruasán, de un cerdo antes de ser escaldado en la feria e intentando, sin suerte, salvar algo de aquel tejón muerto, encontrado en el camino de Somerset. Más aún: conservándolo después de su muerte, aunque nos recuerden que ese comportamiento, ese empecinarse en que algo tiene que permanecer, es irracional; aunque nos pidan que arrojemos de una vez a la basura a nuestro tejón, cuervo, tótem, amuleto de los atónitos -y sepan que no lo haremos. 

Pienso también en un niño llamado Smut, que sin conocer a McCoy ni a Hughes, antes de ahorcarse, inventó algo que él mismo bautizó como "El Gran Juego de la Muerte". Y dijo esto -que Ted podría haber escrito-: “A great many things are dying violently all the time". Para entenderlas mejor, cada vez que las descubría, anotaba las muertes violentas con distintos colores: amarillo para los martes, rojo para los sábados. Sabía que su amada estaría saltando la cuerda -la misma con la que Smut se quitaría la vida más tarde- y mirando hacia el cielo, recitando los nombres de las constelaciones; por eso, en la noche, Smut soltaba bengalas que indicaban el hallazgo mortal y su posición. ¿De dónde nos viene esa fascinación? La chica, siguiendo su consejo, dejó de saltar en el porche y bajó a la calle, donde la cuerda no golpearía contra el escalón de la entrada. Cuando fue atropellada, un policía le entregó a Smut la soga. 

¿En qué consiste el juego de la muerte, Ted? Como Smut, también Ted Hughes revolvió pastizales buscando animales muertos: "urracas y búhos y conejos y comadrejas y ratas y zarapitos" que su hermano, aficionado a la caza, abatía: "he could not shoot enough for me", escribió Ted. ¿En qué consiste? 

Y quizás: también consista en eso, en esas bengalas estallando en la noche como flores eléctricas o en la práctica taxidérmica de la poesía para celebrar que aún no hemos sido nosotros los cazados, que no es nuestro ese fémur con el cual el oso cava, en sueños, a través del muro del universo


No hay comentarios:

Publicar un comentario