Cuando me oís cantar
bajás el rifle
y la linterna, apuntándole a mi cerebro
pero siempre le errás
y cuando ponés veneno
yo lo meo
para avisarle a las otras.
Pensás: Ésta es demasiado inteligente,
es peligrosa, porque
no me quedo ahí para que me masacres
y también pensás que soy fea
a pesar de mi pelo y de mis dientes hermosos
y de mis seis pezones, y mi cola de serpiente.
Todo lo que quiero es amor, estúpido
humanista. Fijate si podés entenderlo.
Es verdad, soy un parásito, vivo de lo que vos
desechás, cartílagos y grasa rancia
agarro sin pedir
y hago mis nidos en tus armarios
entre tus trajes y tus calzoncillos.
Vos harías lo mismo si pudieras,
si te permitieras compartir
mi odio cristalino.
Es tu garganta lo que quiero, a mi compañero
atrapado en tu garganta.
Aunque trates de ahogarlo
con tu voz grasosa de persona,
él está escondido / entre tus sílabas
lo puedo oír cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario