El copiloto ya no sirve para
mucho más que para leer mapas.
Sólo de noche, cuando empieza a hablar más
deprisa. Edafología en T, valle glacial,
correcciones tardías. Nombra lugares.
El copiloto necesita fumar,
no entiende mucho del otoño.
Las averías, en una fila jóvenes con vespinos,
semáforo rojo, golpes en la espalda.
Un vendedor de periódicos con turbante
recorre la franja divisoria en pleno
tráfico. Dirección al este. Botón
del limpiaparabrisas. ¿Reconoces
los jardines? El vehículo va traqueteando.
Entretanto se duerme el copiloto,
yo alucino: Vienen marchando hacia
nosotros, los troncos desnudos. Despacio
hacia la vereda, la conductora para.
[Traducción de Cecilia Dreymuller]
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